Cap. 78 "Mar Negro"

Para ser un día soleado en la parte sur de Canadá en la cabaña de los Bieber solo había nubes por los recientes acontecimientos. Eran las 8 de la mañana y todos se movían de un lado a otro. Pattie Mallete consolaba a su hijo por la pérdida de su mejor amiga y novia ________. Henry realizaba un par de llamadas a Madeleine de La Vega.

Romina aún estaba algo desorientada y asustada, ese hombre sabía su secreto, nadie más aparte de su familia y ________ lo sabían. Cedric trataba de consolarla, era el único que sabía cómo tratarla en estos momentos.

-No se lo dije a nadie, Cedric, y él lo utilizo contra mí – Romina estaba abrazada a Cedric en el sillón de la sala, tapados con una manta. Él siempre había sido como un tío para ella. Un hermano mayor, y él siempre la había querido y protegido.

Cedric abrazo más a la pequeña niña – Sh, cariño, tranquila, ya paso, no te hará daño, lo atraparemos. -  y le beso la frente.

Justin y Pattie se encontraban en la cocina, la mujer le hacia una taza de chocolate caliente para tranquilizar a su pequeño que ahora tenía el corazón destrozado. No había vuelto a hablar desde que leyó la nota, según Henry había tenido un fuerte shock. Romina había explicado todo cuando luego de despertar comenzara a gritar el nombre de ________ y se hubiese tranquilizado.

-Cariño no fue tu culpa – Patricia abrazo a su hijo mientras le daba la taza con chocolate. Lo abrazo y le empezó a acariciar su cabello. – Veras que todo estará bien.

-Todo estará bien – susurro Justin. –Mama, me podrías traer un lápiz y un bloc de notas? – era lo primero que había dicho su hijo y Pattie estaba feliz porque su hijo no estuviera tan mal, pero eso no era así, él estaba siendo destrozado completamente. – Voy por el cariño – le dijo a su niño.

Patricia salió de la cocina para ir al living a buscar lo que su hijo le pidió. El timbre anuncio que había alguien afuera esperando, Henry dejo el celular en la bolsa de su pantalón y se dirigió a abrir la puerta.

Una señora de pelo rubio, alta y delgada estaba del otro lado, Madeleine de La Vega había llegado para solucionar este dilema.

-Hace cuanto se la llevaron? – pregunto entrando a la casa sin saludar. Dirigió su mirada hacia la habitación dándose cuenta de que todos estaban devastados como ella.

-Entre las 11 y 12 de la noche entro este hombre a la casa – explico Henry. Justin salía en ese momento de la cocina, en la cara de Madeleine inmediatamente reflejo ira.

-Tu! – escupió ella con gran rabia – por tu culpa, si tan solo me hubieses dejado cuidarla, nada de esto hubiese pasado. Yo la hubiese protegido – rápidamente Maddy llego a donde Justin estaba parado. Él estaba quieto más porque la tía de su amada tenía toda la razón y él lo sabía.

Justin bajo la cabeza, pero Pattie no soporto ver como alguien le gritaba a su hijo – No puede hablarle así! – Pattie se colocó enfrente de su hijo para protegerlo – Él no tiene la culpa, está destrozado que no lo ve? – pregunto con toda la valentía que tenía patricia Mallete.

La tía de inmediato aflojo los hombros en señal de derrota, - Lo lamento solo es que ella es muy importante para mí, y la sobreprotejo pero entiendan ella es igual a su madre, igual a mi hermana, la necesito, no puedo perderla a ella también – Henry en ese momento ayudo a la señora de La Vega a que se sentara en el sillón vacío. Donde ella acepto gustosamente la ayuda. – Es mi sobrina – sollozo.

Justin escuchaba cada una de las palabras atentamente, necesitaba desahogarse de todo, así que tomo la libreta y el lápiz que su madre tenía en el regazo y salió corriendo de la casa por la puerta trasera. El lago que se encontraba atrás estaba tranquilo, aun no se había congelado porque no estaban en pleno invierno. Jalo la canoa que se encontraba en el muelle y se dispuso a irse al centro del lago en donde podría escribir tranquilamente.

“Across the ocean, across the sea

Startin' to forget the way you look at me now

Over the mountains, across the sky

Need to see your face and need to look in your eyes”

La libreta guardaba cada una de las palabras que Justin escribía. Todo lo que sentía lo escribía en la libreta.

En la casa, ya con un poco más de calma, Romina se había quedado dormida en los brazos de Cedric. Patricia le entregaba un té a la mujer con los ojos rojos que había dejado de llorar después de la inquietante discusión que habían tenido.

-Necesitamos ver donde esta ese mal nacido – dijo Madeleine cuándo tomo el ultimo sorbo de su te – Todos los guardaespaldas están buscándola en este preciso momento. –Abrió su teléfono porque un mensaje había llegado. – Y parece que han hallado algo.  

-Qué es? – pregunto Henry desde la esquina de la sala. – Es Luke? El que crees que es sospechoso?

-Sí, parece que lo han visto en Windsor. – se puso de pie inmediatamente. – Iré a ver si mi _______ está con él.  – Se colocó su bolso y se dirigió a la puerta.

Henry como viajo amigo de su jefa dijo – Espere no puede ir sola, se supone que yo debía cuidarla, iré con usted. – Sin esperar una aprobación se dirigió a Cedric – cuida a los Bieber. – y salió con Madeleine de la cabaña.

Pattie no podía creer lo que iba a hacer pero salió de la cabaña atrás de las dos personas que acaban de dejar el lugar.

-Esperen!, déjenme ir, ella es parte de mi familia ahora – Madeleine solo encogió los hombros y le pidió que fuera con Henry mientras ella se montaba a su auto.  

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Mientras tanto en la ruta 401 hacia Michigan un auto con vidrios polarizados llegaba al hotel Ceaser Windsor en Windsor, Ontario, Canadá, donde había una mujer esperando el aparcamiento junto a otros 2 hombres. El coche estaciono y dejo encendido el motor. Eran las 9AM y no había nadie aparte de las personas antes mencionadas.

El hombre con barba y lentes oscuros bajo del lado de conductor y cerró la puerta.

-Tardaste en llegar – le dijo la mujer de pelo castaño largo y con un abrigo negro.  – Se supone que debías llegar con el paquete a las 7AM

Si había algo que este hombre no soportara era que una mujer le diera ordenes, bueno había una excepción, el haría todo lo que ella le dijera solo porque estaba enamorado de ella.

-Ya cálmate, aquí está, dónde está? – la muchacha sabia a quien se refería y sonrió.

-Está en la ruta – y volvió a estar seria – ahora Luke déjame ver a la chica – pidió, el experiodista le señalo el baúl de la camioneta y la mujer le dio órdenes a los dos muchachos para abrir la cazuela del auto.

El hombre de pelo rojizo abrió, adentro del baúl había una chica de pelo castaño y tez blanca, llevaba unos tejanos, un sudadero azul con un gorro en la cabeza y botas café cubriéndole los pies.

-Perfecto, aún sigue dormida, -dijo para sí misma la mujer, se dirigió  a Luke – cuánto tiempo más estará así?

El hombre hizo una mueca – Tres hora si mucho, luego despertara y empezara a hacer preguntas – la mujer dio la orden para que el hombre pelirrojo y el rubio cargaran a la chica y la sacaran del auto.

-Dara tiempo, ahora esto es todo, ya puedes marcharte – indico la mujer a Luke. – Ahora muchachos la subiremos por el elevador de servicio hasta la azotea. – Los hombres obedecieron y se adentraron al parqueo junto con la mujer.

Luke Wherlmest se subió al auto y saco su teléfono para llamar.

-Ese saco está ya en camino al helipuerto con tus sabuesos – dijo con voz amargada – tu sabes que me refiero a ellos – inquirió molesto – más te vale cumplir con la parte cariño…. Bien bien. – y colgó.

________ __________, había viajado en helicóptero con sus tres acompañantes, aun inconsciente cuando llegaron al aeropuerto de Michigan, el Coleman A. Young International Airport.

El hombre pelirrojo la bajo del helicóptero cargada en brazos mientras se dirigían a una sala privada en el aeropuerto.

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-Para para ahí está – señalo Pattie después de que hubiesen viajado casi 4 horas en auto hasta el sur de Ontario. Se había separado un poco del auto de Madeleine y por poco la habían perdido pero la madre de Bieber la había visto estacionada en un local en medio de Windsor.

Henry obedeciendo bajo la velocidad y se estaciono atrás de la Range Rover de Madeleine. Ambos pasajeros bajaron del auto.

-Los policías dicen que solo iba Luke Wherlmest en el auto – índico la pobre mujer que sentía que su mundo se derrumbaba.  

-Aún podemos interrogarlo, preguntarle si sabe de _____ - dijo con esperanza Patricia.

-Si – dijo Madeleine – si si eso podría funcionar.

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Eran ya cerca del mediodía cuando _________ estaba sentada con el cinturón abrochado en un lujoso avión. No había nadie a la par de ella. Una mujer deporte elegante con cabello castaño acaba de subir al avión luego de haber esperado junto a la adolescente por más de 3 horas. 

Se situó a la par de _______ y se abrocho el cinturón. La voz del capitán índico que tardarían aproximadamente 2 horas de viaje hacia Los Ángeles. Mientras el avión se preparaba para despegar, _________, empezaba a despertar, desorientada se sentó derecha en el sillón.

Sin hacer ruido empezó a ver todo lo que la rodeaba, estaba en un avión conocido, ya había estado ella antes ahí, estaba en un sillón de cuero negro junto a la ventana y pudo sentir en su estómago como el avión empezaba a despegar.

-Ya era hora que fueras despertando _______ - la mujer a la par de ella la llamo por su apellido. _____, abrió los ojos de sorpresa, estaba muda de la impresión, no podía ser que ella, que, no entendía nada, lo último que recordaba era ser drogada con algo por un hombre que conocía bien Luke Wherlmest. –Te comió la lengua el gato cariño? – pregunto la mujer mientras registraba su bolso con la mayor tranquilidad del mundo.

______ vio como sacaba de ese bolso rojo un pequeño bote que tenía en la etiqueta la inscripción CLOROFORMO, sabía lo que sucedería otra vez, no podía creer que ella le fuera a hacer esto. No ella, no la persona que la había acompañado desde que comenzó todo. La mujer agarro un pañuelo y lo coloco encima de la boquilla del botecito mientras le daba la vuelta para que el pañuelo absorbiera el cloroformo.

-Joanne no por favor – inquirió la joven actriz a su manager, pero era muy tarde, Joanne Marden le colocaba el pañuelo en la nariz mientras _____ se volvía a perder en un mar negro.